Simetrías y divergencias

Todas aquellas configuraciones que implican simetrías y secuencias repetitivas nos transmiten equilibrio. Podemos interpretarlas con facilidad pues responden a razonamientos sencillos y obvios. Nuestra mente es capaz de predecir lo que debería ser y cuando el proceso mental confirma que así es, el esfuerzo de interpretación termina ahí, nuestras neuronas se dan la mano y felicitan, buen trabajo chicas…

Por otro lado lo no simétrico o repetitivo rompe un equilibrio, transmite incertidumbre, quiebra reglas y nos aboca a escenarios sin respuestas claras. Sin embargo empleado con criterio estético es posible aprovechar este efecto chocante y captar la atención del receptor, como si el desasosiego causado por un inoportuno desorden fuera calmado por una acertada estética.

Dicen que la chispa de la vida se apaga con la rutina, en el diseño y la decoración sucede lo mismo.