Ajustando los trueques

No hace falta exprimir en exceso nuestra imaginación para intuir que el trueque fue la primera forma de comercio. Fácilmente imagino a dos homínidos, miles de años atrás, entendiéndose con la mirada, detectando las necesidades propias y ajenas y, finalmente, cerrando un trato con el que ambos se sienten satisfechos. Aquello de la simbiosis pero entre miembros de la misma especie que intercambian objetos o servicios.

En algunas ocasiones resulta interesante alcanzar este tipo de acuerdos, no es un intercambio de cromos, a veces se trata de dar talento a cambio de inspiración, otras se da fortaleza a cambio de sutileza, o conocimiento a cambio de información…

¿Recuerdas cuál fue tu último trueque? ¿Qué prevalece en tu memoria, lo que diste o lo que recibiste?